Voló el Jilguero de América a lo más alto del cielo
Jorge Oñate fue quien desprendió literalmente la voz del cantante de las notas del acordeón que fluían desde el mismo cuerpo, marcando con su voz un antes y un después. Abriendo camino a grandes artistas que saltaron a los escenarios de la música vallenata.
Durante épocas el Jilguero de América o Ruiseñor del Cesar, elevó las notas del vallenato a lo más alto con su voz inconfundible, logrando calar éxitos en su carrera artística.
Luego de permanecer internado en la clínica Pablo Tobón Uribe, el cantante vallenato falleció en Medellín, Antioquia, donde fue trasladado para someterse a tratamientos de salud por sus problemas renales y de páncreas, después de sufrir covid-19.
El mundo del vallenato está de luto, la partida del Ruiseñor del Cesar, deja un vacío en sus seguidores, el eco de sus canciones se escuchan en las emisoras radiales, canales de televisión, en todo Valledupar y en otras ciudades de Colombia, que recuerdan al cantante como un grande en la voz del género.
Jorge Oñate, nació el 31 de marzo de 1950, en la Paz, Cesar, falleció hoy 28 de febrero de 2021. A sus 70 años, termina su carrera artística que por más de 50 años proyecto su imborrable voz, que queda en la eternidad de sus fans, de su seguidores y de esos amantes del vallenato grueso o adulto, cómo le llaman los juglares.
En los inicios de Jorge Oñate no existían los conciertos, solo cantaban en patios a todo pulmón, no habían luces robóticas sino los rayos del sol que iluminan la voz del Ruiseñor, los micrófonos inalámbricos aún no llegaban a las manos del cantante, pero si empezaba ha agarrar el éxito que lo llevo a postularse como uno de los mejores cantantes del vallenato.
Amor Sensible, No comprendí tu amor, fueron algunas de las cientos de canciones éxitos que grabó el Ruiseñor del Cesar, quien conservo el estilo poético del vallenato sin tanta fartedad logró que sus obras se cantarán, dedicaran y hasta bailarán, sin tanta bulla y payasada.
Inició con los hermanos López a finales de los años 60, abriendo paso a la era del cantante, en ese entonces los juglares tocaban y cantaban su canciones.
En su carrera artística lo acompañaron grandes acordeonistas como Colacho Mendoza, Juancho Rois, Álvaro López, Cocha Molina, entre otro. Cómo tambien recibió Grammy Latino por Excelencia musical, muchos Congos de Oro de Primer lugar en el Festival de Orquestas del Carnaval de Barranquilla y Súper Congo de Oro, por su trayectoria.
Se va un cuerpo, pero queda una voz que será recordada por la eternidad y entre el cielo y tierra, seguirán sonando sus grandes canciones grabadas en 49 producciones discográficas que quedarán para la historia.