Toda Moda es un ejemplo de resiliencia en Montes de María
Judith Benítez, reconocida por su taller de confección Toda Moda, lleva 20 años dando puntadas de resistencia y vistiendo a la comunidad del corregimiento de Charcón en el municipio de los Palmitos, Sucre.
Ni el inclemente sol, ni el barro, ni la falta de vías para sacar sus prendas han sido motivo para detenerse y decirle adiós a la moda, por el contrario, su historia es una muestra de resiliencia y la capacidad que tenemos para mantenernos a pesar que a veces parezca que todo esté en nuestra contra.
El taller de confección inició en el patio de su casa, en un cuarto abierto y pequeño, entre el piso de tierra, las gallinas y el calor que produce el techo de zinc. Ella aprendió el arte de coser de su esposo y entre puntadas, fortalecieron su negocio. Ya no eran ellos dos solos, sino seis personas creando uniformes deportivos y uniformes colegiales, entre otras prendas.
Benítez sonríe mientras recuerda cómo fue el proceso. Confiesa que un funcionario andaba buscando un grupo de personas organizadas que necesitaran crecer, por eso terminan vinculados al proyecto de fortalecimiento de las Capacidades locales para la implementación de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET).
Este es un proceso liderado por la Agencia de Renovación del Territorio (ART), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y ACD Desarrollo empresa que participa en el proceso de ejecución y en el que se han invertido 33 millones de pesos.
Gracias a ese impulso se han podido vincular otras personas de la comunidad. Pero, señala Judith, que inicialmente el negocio era familiar. En vista de que crecieron, solicitaron un crédito bancario para tener un sitio de trabajo más apropiado y contar con las nuevas máquinas de coser, la botonadora, la fileteadora y la máquina plana, entre otras.
El convenio celebrado contempla la capacitación relacionada con el componente organizacional, la capitalización que se hace con la entrega de máquinas e insumos para el desarrollo de la actividad económica, y un curso de 60 horas para manejo de máquinas. En aras de formalizar su labor, la Unidad Administrativa Especial de Organizaciones Solidarias –UAEOS-, les brindó un curso básico de economía solidaria, que les ayudará en la consolidación de la asociación y la elaboración de los estatutos necesarios para la inscripción en la Cámara de Comercio.
Con el pecho lleno de orgullo y repleto de esperanza, el único hombre del grupo e hijo de Judith, Juan Luis Figueroa, manifiesta que él se encarga de la parte comercial y gestión de la empresa, fue quien vio la necesidad de empezar a ofrecer lo que ellas producían para poder crecer y permanecer en el mercado local.
Antes sus clientes tenían que trasladarse a Sincelejo para adquirir una prenda o un uniforme, gracias al voz a voz hoy la gente conoce de sus servicios y gozan de reconocimiento. Mientras el gallo canta, Figueroa, reconoce la ardua labor de las mujeres de la asociación que se dividen entre la labor del hogar y el trabajo que realizan en el taller confecciones.
En la región de los Montes de María se están ejecutando cuatro proyectos en la línea de confección que hoy benefician más mujeres víctimas de la violencia y le apuntan a construcción de paz, esperanza y sobre todo son ejemplo de resiliencia.