El COVID-19 en Sincelejo, más allá de las estadísticas
Cuando Sucre ocupaba el puesto diez en la media nacional de mortalidad con 5.54, las cifras en el país eran menor con un porcentaje de 3.34 en la tasa. Con esos resultados que reportaban las autoridades de salud el drama empezó a crecer en cientos de personas que veían como sus familiares perdían la vida a causa del COVID-19. Esa tragedia le tocó vivirla a doña Edith Paternina, quien perdió a su papá luego de contagiarse de coronavirus.
“El drama que vivimos nosotros porque mi papá murió de COVID, fuimos despreciados y atacados por la gente”, manifestó doña Edith.
Una situación similar afrontó Neyla Romero, quien relató en medio del dolor que su padre fue sepultado sin poderlo ver como se acostumbra a despedir a los seres queridos en la sabana.
“Él me decía hija ayúdame no me dejes morir, no me dejes solo me estoy ahogando hasta que falleció y no lo vi más, no lo puede ver más”, afirmó Romero.
Con el pasar de las horas y de los días el drama empeoraba para otra familia en Sincelejo también a causa del virus cuando los hijos de doña Georgina Álvarez, se llevaron la sorpresa que en el ataúd había un cuerpo distinto al de su madre el día que le darían cristiana sepultura. Los cuerpos fueron cambiados y la incertidumbre se convirtió en un trauma para la familia que no sabía dónde estaba el verdadero cuerpo de su familiar.
“Encontramos el cuerpo de una persona diferente al de mi madre, en una posición que no era adecuada para darle cristiana sepultura, bíblico está que ningún hijo de Dios muere boca abajo”, denunció Carlos Sarria, hijo de la víctima.
El hecho causó conmoción en la familia y en la ciudadanía, en medio de la pandemia ocasionada por el COVID-19. Ante la denuncia la Secretaría de Salud de Sincelejo, requirió a la Clínica Especializada La Concepción, un informe del proceso para esclarer el hecho.
“Requerimos a la clínica que nos diera información que ocurrió y al momento de rotular el cuerpo pues cruzaron los nombres con otro cadáver que estaba en el mismo sitio”, aseguró Dordy Bejarano, director de Prevención de la Secretaría de Salud de Sincelejo.
Mientras el virus arremetía contra la humanidad, sin distingo de clase, edad y sexo, los médicos tampoco se salvaban de contagiarse de ese bicho que entra por la nariz y que se expande por todo el cuerpo afectando órganos y sentidos que, en muchas veces ocasionando la muerte.
Es el caso del médico ginecóbstreta, Gary Yaspe, quien falleció a causa del virus el 21 de enero del año 2021. Sus colegas le rindieron un sentido homenaje en el Hospital Universitario de Sincelejo, para despedir al amigo, al padre pero sobre todo al héroe, que murió en medio de una guerra silenciosa ocasionada por la pandemia del COVID-19.
“Se destacó por su gran profesionalismo, por su nobleza de corazón, amigo incondicional, así que esta terrible enfermedad, se nos lleva un colega, un amigo y nos deja un gran dolor en el corazón”, afirmó el médico Guillermo Carriazo.
Mientras que el cuerpo de Gary Yaspe era despedido por sus familiares, su colega Antonio Velilla, fue recibido en la puerta de la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica Santa María en la capital de Sucre, luego de ganarle la batalla al virus como un verdadero héroe.
“Gracias a Dios puedo contar la historia porque esta es una enfermedad devastadora, fueron doce días en UCI que me devastaron, perdí la fuerza muscular, la capacidad ventilatoria, pero me fui recuperando”, manifestó el galeno.
Para Nelcy Velilla, hija del médico, las cadenas de oración fueron vitales para que la ciencia médica recuperara el pulso del cirujano y que pudiera observar los rostros y escuchar de nuevo las voces de sus seres queridos al reencontrarse en el mismo destino. Su casa.
“Fueron días de angustia, de incertidumbre, difíciles, pero yo creo que la confianza dio tranquilidad y el amor vence cualquier virus, cualquier adversidad”, aseguró Velilla, hija del galeno.
Esa adversidad también logró combatirla José Francisco “Zico” Berrio, cantante de música vallenata, quien se había contagiado de COVID-19, y aseguró en medio del dolor que un simple respiro era fundamental para vivir y más en su profesión donde se requiere del aire para cantar a todo pulmón.
“Aprendí a valorar la vida y lo que es un micro suspiro de aire en los pulmones vale más que el dinero, la belleza física y la fama”, recordó Berrio.
Mientras el artista pasó la página y escribe una nueva estrofa en su vida musical, Miguel Durán Júnior, (q.e.p.d), quien era cantante y acordeonista, no corrió con la misma suerte, luego de padecer secuelas por el COVID-19, su voz y sus notas musicales se silenciaron a sus 49 años de edad.
En medio de la impotencia que ocasiona el virus, pero con la realidad de haber perdido a su hermano José Luis Durán, manifestó que presuntamente fue una bacteria la que silenció la voz y las notas musicales del hombre de la Camisa Rayá.
«En realidad salió muy débil, de la enfermedad del COVID-19 pero, una bacteria muy fuerte lo complicó, no sabemos dónde la adquirió», exclamó su hermano quien también canta y seguirá con la dinastía Durán.
«LA PANDEMIA», fue la última canción que grabó como mensaje pedagógico para que las personas en medio de la emergencia sanitaria se auto cuidaran para prevenir el contagio. Durán jamás sospechó que una de las estrofas que grabó hiciera alusión a su partida.
«Llegó a Colombia esta pandemia mala, que está afectando a todo el mundo entero y como van las cosas, tenemos que cuidarnos, ponerse el tapabocas y lavarse bien las manos», dice la canción.
Amigos y músicos de la sabana, recuerdan a Miguel Durán Júnior por su humildad y su gran talento al cantar y ejecutar las sentidas notas de su acordeón, cuando era aplaudido en los escenarios de la región por sus éxitos, como La Camisa Rayá, El Acetaminofén, El Bolsillo Pelao, El Parrandero y Murió mi Esperanza.
Sin embargo, esa esperanza renacía en medio del drama que vivían miles de familias, luego de que Sucre fuera elegido a nivel nacional como plan piloto para la ruta de vacunación contra el virus, que sirvió de réplica para los demás departamentos y ciudades de Colombia que iniciaron el 20 de febrero de 2021.
“Arrancamos con 696 vacunas que fueron destinadas para el personal que estaba en la primera línea de batalla, entre esos enfermeros, médicos y auxiliares”, aseguró Andrés Gómez Martínez, alcalde de Sincelejo.
Entre tanto el plan piloto de vacunación implementó la estrategia “Unidos por Sucre”, que fue liderada por la EPS COMFASUCRE, donde se articularon las 10 EPS que funcionan en el departamento para hacerle frente al coronavirus con más de 324 vacunadores, 52 coordinadores, y la cadena de frío de la vacuna.
“Y formamos prácticamente una sola, tenemos la misma red de prestación, la misma red que toma muestra, la misma atención domiciliaria y eso permitió poder mitigar el impacto que venía en este departamento por la pandemia”, manifestó Erika Ahumada, directora de COMFASUCRE.
Verónica Machado, se convirtió en la primera persona a quien le fue aplicada la vacuna contra el COVID-19 en Colombia. Ella se desempeña como enfermera jefe en el área de cuidados intensivos del Hospital Universitario de Sincelejo donde lleva tres años trabajando.
“Para mí es un orgullo, que mis superiores me hayan escogido por mi vocación, por mi entrega, por hacer parte del personal de salud que está en primera línea desde que comenzó la pandemia”, relató Machado.
A raíz de la pandemia hubo muchos cambios en la vida cotidiana de la sociedad. Por ejemplo las caricias, abrazos y besos, que frecuentaban los estudiantes de la Institución Educativa COMFASUCRE, fueron reemplazados por gestos de cariño desde la distancia en su regreso a clases bajo el modelo de alternancia.
“Estabamos acostumbradas a abrazarnos cada vez que nos veíamos y a estar juntas, entonces como no podemos hacerlo es muy difícil”, afirmó Luisa Fernanda Mendoza, estudiante de COMFASUCRE
Por medio de la estrategia “retorno a la felicidad un entorno seguro”, la institución educativa activó los protocolos de bioseguridad para recibir a la comunidad estudiantil.
“Desde el año pasado nosotros nos venimos preparando para hacer el retorno bajo el esquema de alternancia con la garantía de que todos los protocolos de bioseguridad se cumplan en la institución”, manifestó Sandily Guerra, rectora de COMFASUCRE.
Entre tanto el docente Guadis Carrasco enseñaba castellano desde la virtualidad a sus estudiantes de la Institución Educativa San Martín, en zona rural de Sincelejo.
Pese a la dificultad para conectarse Carrasco buscaba la manera de impartir conocimiento a sus estudiantes usando las redes sociales.
«Por WhatsApp nos llamaba, por mensajes de texto y hasta por facebook nos escribía por si necesitábamos ayuda por las actividades», expresó Malena Doria, estudiante de la Institución Educativa San Martín.
Las dificultades económicas de algunos estudiantes y la ubicación geográfica del plantel educativo, obligaba al docente a recargar datos, usando recursos de su propio bolsillo, para que los alumnos desarrollaran las actividades pedagógicas.
“A mí como docente particularmente me tocó algunas veces hacerle una recarga, a los estudiantes para poderme comunicar con cinco de cuarenta alumnos”, afirmó el docente.
En cuarentena los cuartos y salas de las viviendas, se transformaron en aulas para recibir clases y despejar dudas los fines de semana.
Para salir de la rutina del aislamiento obligatorio implementado por el gobierno nacional el docente, sin estar obligado, enseñaba a sus alumnos lúdica, métrica y lírica, a través de sus composiciones que han sido grabadas por grandes agrupaciones musicales.
“Yo como compositor utilizaba ciertas canciones como: A Pesar del Dolor, Que no Termine Nunca y Vamos a Cambiar para enseñarles métrica, lúdica, poesía y lo que es el ritmo». explicó Guadis Carrasco.
Mientras el docente afinaba su guitarra para orientar sus clases y los estudiantes aprendían con melodías, el rostro de la pandemia ubicaba a Sucre con un registro de 18.468 casos, 17.300 pacientes se habían recuperado y 693 personas habían fallecido a causa del COVID-19, a fecha del 21 de enero del año 2021.
Esa cifra para los habitantes de Sincelejo, era traumática porque aparte de estar en confinamiento por el aislamiento preventivo obligatorio causaba alteraciones y trastornos mentales, que se reflejaban en estrés, preocupación y violencia intrafamiliar.
José Sarmiento quien es habitante de Sincelejo aseguró que desde esa perspectiva siempre se vio afectado el núcleo familiar con los procesos de aislamiento.
El neurólogo Luis José Fernández consultado por Franja Noticias explicó que el 40 por ciento de los pacientes con COVID-19, sufren afectaciones neurológicas y que lo más grave es el aumento de los infartos cerebrales a causa del virus.
«Sucre ocupó el puesto diez en la media nacional con 5.54, cuando el país registraba 3.34 en la tasa de mortalidad, fue mucho mayor la cifra que se elevó casi al 50 por ciento», manifestó el neurólogo.
De acuerdo a la Secretaría de Salud Municipal de Sincelejo, a corte de febrero de 2021, habían recibido atención integrada en salud mental 1233 personas.
“Nosotros en intervención y seguimiento diario le realizamos a los pacientes y a sus familias abarcamos la parte de salud mental”, manifestó Liz Támara, referente de la entidad de Salud.
El experto epidemiológico Andi Arcia, asegura que el COVID -19, no se ha ido. En Sincelejo se registran más de 30.017 casos totales a fecha de 25 de octubre de 2021.
“No debemos bajar la guardia debemos continuar con todas las medidas de bioseguridad individual y colectiva, como son el lavado de manos, el uso del tapabocas, el distanciamiento social y evitar las aglomeraciones”. advirtió el profesional de la salud.
El desempleo es otro de los factores que se incrementó en un 25, 6 por ciento, según el DANE, lo que obligó a la ciudadanía a reinventarse y buscar alternativas para sobrevivir a la guerra silenciosa originada por la pandemia.
“Yo me dedicaba anteriormente a comercializar electrodomésticos, pero como se metió la pandemia el negocio quebró, los gastos aumentaron y los ingresos disminuyeron”, expresó Jamer Cruzate, emprender sincelejano.
Según la Secretaría de Desarrollo Económico de Sincelejo, alrededor de 23 mil personas en esta ciudad, quedaron sin empleo como consecuencia de la pandemia.
“Teniendo en cuenta que esa medición incluye formalidad e informalidad y también resaltando que, para Sincelejo, se hace más difícil la situación porque según el DANE, el 93 por ciento de los micro negocios de la ciudad son informales”, aseguró Leonardo Beltrán, Secretario de Desarrollo Económico.
En Sincelejo, el alcalde Andrés Gómez, siempre estuvo optimista con la llegada de la vacuna. Expresó que los biológicos sirvieron no solo para evitar más muertes por el COVID-19, sino para reactivar la economía en la ciudad.
Según datos entregados por el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud de Sincelejo, en el último mes, solo se registra una muerte por COVID-19. Los datos indican que al 26 de octubre la ocupación de camas UCI es del 1 por ciento y no hay personas hospitalizadas por el virus.
De acuerdo a las autoridades de salud, los resultados se deben a los avances en el Plan Nacional de Vacunación y al buen comportamiento ciudadano en la adopción de las medidas de autocuidado.
Desde la llegada de la vacuna se han aplicado en Sincelejo más de 270 mil dosis contra el COVID-19, de las cuales 155 mil personas ya tienen el esquema completo de vacunación.
A fecha del 26 de octubre del año 2021, los casos totales en Sucre ascienden a 60.344 de los cuales 25.501 son hombres, 30.056 son mujeres y 4.787 en niños. De la totalidad de los casos de COVID-19 hay 1 hospitalizado, 57.484 recuperados, 1.228 en casa, 1.229 activos y 1.631 fallecidos.
Sin embargo, el verdadero drama del COVID-19, va más allá de las estadísticas, por ello las autoridades trabajan y requieren del autocuidado de la ciudadanía para que Sucre no vuelva a incrementar las cifras de mortalidad en un 5.54 por ciento, como las tuvo en su peor momento,