Los tiempos de la cometa se han perdido. Una de las causas ha sido la era de la tecnología
Las tradiciones, usos y costumbres heredadas de nuestros ancestros ya se han perdido. Y es que las prácticas y tradiciones que solían disfrutar nuestros padres y abuelos en los tiempos libres, sobre todo en horas de la tarde, se esfumaron con el ocaso de los años.
Los tiempos de la cometa se han diluido en el firmamento para el cielo de los niños, que sin altura no visibilizan que la juventud declina al compás de esos tiempos idos, donde ya no sueñan con volar un barrilete entre nubes, agarrados de una madeja de hilo.
“La verdad que sí, últimamente se ve que hay menos jóvenes usando la cometa y además que, no sé cómo decirlo pero si la tradición se ha perdido bastante y cada día es más difícil recuperarla”, refiere Sebastian Bustamante, habitante de Sincelejo.
El agitado mundo acelerado por la revolución de la tecnología y el universo dinámico de una nueva era, son una de las causas para que los niños, niñas y adolescentes ocupen el tiempo libre a navegar por el mundo, dejando ahogar los juegos tradicionales y sanas costumbres que brotan del barrio.
“Ya los niños de tres, cuatro años ya saben utilizar un teléfono y ya no ven tanto lo cultural que era volar cometa, hacer barriletes y ese tipo de cosas”, expresa Cristian Jiménez, habitante de Sincelejo.
Las nuevas y futuras generaciones son blanco de los avances tecnológicos, que afrontan una transición del antes, el ahora y el después, entre lo que estamos viviendo y lo que ya pasó, olvidando con el pasar de los años los tiempos vividos por nuestros ancestros.
“Como antes se jugaba al trompo, las canicas, eso ya no se ve, todo es por causa de un celular, entonces yo digo que todo va en una transición y todo va cambiando, ya los que recordamos la cometa, lo que eran los juegos de antes somos la generación que ya estamos grande”, dice Juan David Zapata, habitante de Sincelejo.
Mientras que, los niños cada día se sumergen en las herramientas tecnológicas durante el tiempo libre, los ancestros esperan que la humanidad perdure con las sanas costumbres heredadas de nuestros abuelos, para que no se pierdan las rutinas y hábitos de los juegos tradicionales en la existencia, el tiempo y la vida.