Nativos de Sincelejo se sienten orgullos de ser sincelejanos
Pese a las condiciones socioeconómicas que se vive en Sincelejo, por la falta de oportunidades laborales, la carencia de industrias y la ausencias de empresas, para brindar un empleo digno a sus habitantes, los nativos se sienten orgullosos de ser sincelejanos.
Esa realidad que se vive desde hace décadas por el abandono de sus alcaldes no es un contexto para que los sincelejanos expresen el orgullo que sienten de ser sabaneros.
“Me siento muy bien y orgulloso de ser sincelejano, me siento bien desde mi pueblo que es una de las ciudades más atrasadas de Colombia, pero me siento orgulloso de mi Sincelejo, porque Sincelejo para mí es un paraíso todavía” expresa Marcos Guevara, habitante de Sincelejo.
La amabilidad de su gente, oculta un poco la realidad económica de Sincelejo, que se caracteriza por ser acogedor, conversador y abren sus brazos a todos los foráneos y visitantes con su particular forma de sonreírle a la vida.
“Claro es una de las mejores ciudades de Colombia, es una ciudad muy buena donde usted charla con todo su gente y todas sus clases populares excelente. Usted va a una ciudad y no encuentra con quien hablar, aquí viene cualquiera de afuera y habla con todo el mundo como su fuera de aquí, por eso se llama la ciudad de los brazos abiertos” refiere Pedro López, habitante de Sincelejo.
Las situaciones que actualmente golpean a Sincelejo, con homicidios, hurtos y niveles de inseguridad, ha hecho que sus habitantes no salgan a caminar y disfrutar de las noches sincelejanas que pasaron de ser calurosas por los pasos de nuestros ancestros a calentarse por las huellas de la inseguridad.
“SI Claro porque aquí se vive sabroso y pasa uno chévere, ahora es que esto se está dañando y no puedo una salir de noche, pero anteriormente vivía uno sabroso aquí”, manifiesta Juan Morales, habitante de Sincelejo.
En medio de la brisa y el caluroso día algunos sincelejanos aun frecuentan las bancas del Parque Santander de Sincelejo, que sirven como escenarios de tertulias todas las tardes, con ecos de experiencias y voces de recuerdos inolvidables que suelen contar sus historias sin dudar del orgullo que sienten de ser sincelejanos.