Subienda de pescado llegó como pan caído del cielo, después del cierre del chorro Cara de Gato
Después de dos años y seis meses de sufrir por las inundaciones, que ocasionó innumerables pérdidas en cultivos, ganado, viviendas afectadas y centenares de familias damnificadas, ocasionadas por el rompimiento del rio Cauca, en el punto conocido como Cara de Gato, en zona rural de San Jacinto del Cauca, Bolívar, sus habitantes hoy califican la obra como un mensaje divino y muestran los peces como un trofeo celeste.
“Porque nosotros nos solventamos de esto, este es nuestro trabajo. La pesca es algo puro, algo legal, que Dios nos dejó y nosotros vivimos de esto. Para todos nosotros ha sido de bendición este chorro, pero muchas personas perdieron todo, pero hoy le damos gracias a Dios que el chorro de Cara de gato se ha tapado”, expresa un pescador.
Luego de que hicieran el cierre del chorro que rompió el rio Cauca, el 27 de agosto de 2021, la subienda de pescado llegó como pan caído del cielo, para que los habitantes de la Mojana, conformada por los departamentos de Bolívar, Córdoba y Sucre, saciaran sus dificultades y necesidades, después de una catástrofe impulsada por la naturaleza, como si las aguas estuvieran reclamando su cauce.
“Hoy estamos encima del último boquete que se está cerrando en Cara de Gato. 14 metros de profundidad teníamos aquí antes. Es el resultado de la fuerza que se juntaron aquí entre el gobierno nacional, departamental y sobre todo la comunidad que ha jugado un papel importantísimo”, manifiesta Lucy García, gobernadora de Sucre.
Ante la abundancia de peces, los habitantes llegaron con sus embarcaciones artesanales, atarrayas, chinchorros y un poco de fe, para pescar en rio revuelto el pan que les quitó la fuerza de la naturaleza hace más de dos años, pero que hoy se los devuelve para que valoren los ecosistemas de la despensa agrícola más grande de Colombia.