Un publicista que le pone sabor a sus trabajos
En cada obra y en cada contrato, el publicista Adelbar Andrés Troaquero Mercado, le pone sabor a sus trabajos. Ya sea con salsa, vallenato, romántica o simplemente cantar a capela, con sus pinceles, brochas y rodillos entre sus dedos, que sirven como micrófono.
A qui lo importante es que sus trabajos llevan el toque de la melodía, mientras pinta se inspira en Leonardo Fabio, Roberto Carlos, Micky Tabera, Eddy Santiago, Hector Lavoe, Henry Fiol, por alli un Diomedes Diaz, entre otros, que de paso ameniza a sus colaboradores y a quienes lo contratan, pasan un dia agradable con el sabor del cotidiano.
El «Coti» como comúnmente se conoce, es un pintor que, además de trabajar la publicidad, ha dedicado gran parte de su vida a jugar fútbol. Canchas que también han sido testigos de sus anécdotas, cuentos y leyendas, que expresa luego de cada encuentro con la esférica, rodeado de grandes amigos y buenos futbolistas que ríen sin cesar con cada ocurrencia del majagualero.
Adelbar Troquero o mejor dicho el Coti, Nació un 21 de agosto de 1960, y la mayor parte de su vida la ha vivido en el barrio Majagual, a pocos metros del pozo, donde se encuentra la escultura de «Pio», un loco que nunca llevó a la Luna a los habitantes del barrio más importante que tiene Sincelejo.
El «Coti» se ha movido entre los barrios Majagual donde tiene su camerino y Camilo Torres, donde vivió con sus tres hijos Yordan, Geraldine y Kevin, a quienes tuvo con Flor. La mujer con quien vivió muchos años.
A sus 63 años, Teoaquero Mercado o el cotidiano, sigue pintando de alegría las paredes de los apartamentos 21 de Willi Colon, como refiere; coloreando de sabor los murales de algunas partes de la ciudad y dibujando con entusiasmo las fachadas de almacenes, negocios o empresas, donde es contratado para plasmar la buena vibra de un pintor lleno de alegría, dicha y felicidad.
Dice que aún le falta mucho cuento por contar en sus trabajos, llenos de material velico, que se refiere a las pinturas; aunque ya le esta fallando un pernil, que quiere decir una de sus piernas, todavía hay voluntad para seguir jugando al fútbol y divirtiendo a sus amigos con su labia, y aunque cobra en pesos siempre dice pagar con euros, porque mantiene su reserva forestal en sus bolsillos, que se entiende por el dinero que se ha ganado a fuerza de pintura, música y anécdotas, que plasma en cualquier lugar donde, llega para robarle una sonrisa a la vida.