Exgobernador de Sucre suplica a la Corte Suprema


Por Carlos Jiménez Hernández
En una carta dirigida a la Corte Suprema de Justicia, el exsenador Álvaro Alfonso García Romero, condenado a 40 años de prisión por su presunta participación en la masacre de Macayepo, ha hecho un llamado desesperado por justicia. García Romero, quien lleva más de 18 años privado de su libertad, denuncia irregularidades en su proceso judicial y asegura que su condena se basó en pruebas insuficientes y motivaciones políticas.
En su misiva, García Romero critica la falta de imparcialidad en el sistema judicial colombiano y señala que su caso ha sido utilizado como un ejemplo mediático para mostrar dureza contra la parapolítica. «No he sido victimario, lo que sí he sido es víctima», afirma en su carta, donde también cuestiona la legitimidad de las acusaciones en su contra.
El exsenador, de 74 años, expresa el impacto devastador de su encarcelamiento en su vida personal, incluyendo la pérdida de familiares y su salud. A pesar de su situación, reitera su inocencia y su disposición a mantener su dignidad hasta el final: «Estoy dispuesto a morir en esta celda si eso significa no traicionar mi verdad».
El caso de García Romero sigue siendo un tema de debate en Colombia, planteando preguntas sobre el equilibrio entre justicia para las víctimas y garantías procesales para los acusados.
Análisis de la carta
La carta de Álvaro Alfonso García Romero es un testimonio profundamente emotivo y crítico que expone su percepción de injusticia en el sistema judicial colombiano. A través de un tono personal y reflexivo, García Romero denuncia lo que considera un proceso judicial viciado, basado en pruebas insuficientes y motivaciones políticas. Su narrativa se centra en varios puntos clave:
Injusticia procesal: Argumenta que su condena se fundamentó en pruebas débiles, como una grabación sin contexto, y que ha sido víctima de una persecución judicial.
Desgaste emocional y físico: Describe el impacto devastador de su encarcelamiento en su vida personal, incluyendo la pérdida de familiares y su salud.
Crítica al sistema judicial: Cuestiona la imparcialidad de la justicia, señalando que se ha utilizado su caso como un ejemplo mediático y político.
Defensa de su inocencia: Reitera su postura de no haber participado en los crímenes por los que fue condenado, destacando la falta de pruebas concretas.
Llamado a la justicia: Finaliza con un pedido de justicia verdadera, basada en pruebas y no en sospechas, y expresa su disposición a mantener su dignidad e inocencia hasta el final.