¿Fico, la muerte política de Uribe. Colombia vivirá un cambio?
La falta de identidad e ideología conlleva a la ignorancia. Esta frase se la expresé a un Uribista de pura cepa que, en vez de dirigir a sus ovejas a predicar el catolicismo en Fe, desde su templo, se ha dedicado a bombardear a su rebaño desde su número de WhatsApp con sus afines políticos que a su vez carecen de identidad e ideología, porque aún no sabe lo que quiere, después de la derrota del uribismo el pasado domingo 29 de mayo de 2022, cuando el país elegía presidente. Desde ese mismo domingo en horas de la noche se identifica como todos los uribistas con Rofolfico. Es decir, no existe identidad mucho menos ideología, solo son antipetristas como lo suelen expresar.
El gran perdedor en los pasados comicios de la primera vuelta es sin duda el uribismo que ya no vende, tampoco convence y mucho menos seduce, muy a pesar de que se pintaron muchos pre candidatos y al final se decidieron por lanzar al abismo a Federico Gutiérrez, con quien casi nadie se identificó, por la misma forma de hacer campaña durante décadas, dirigido y orientado por su jefe político Álvaro Uribe Vélez. Esta vez no funcionó la tan recordada y rayada expresión “Yo voto por el que diga Uribe”, que observa cómo se esfuma su poder político en gran parte de las regiones de Colombia. El pueblo ya despertó y aún más, cansados de la misma ideológica lo castigaron en las urnas y se ahogó en las aspiraciones a segunda vuelta para seguir con el poder absoluto de ultraderecha. Los partidos políticos tradicionales aliados al gobierno de Iván Duque y su proyecto político fueron derrotados por el pueblo.
Cuando transcurrían las horas de la tarde y empezaba a caer el ocaso político de este 29 de mayo, Fico se quemaba en el tiempo y ese mismo tiempo sin horas de retraso acosaba las últimas esperanzas del uribismo y de sus partidos aliados. Pasaba lo que todo mundo esperaba, el pueblo decidía y en sus decisiones elegían a otros candidatos contrarios a la política tradicional, que con su voluntad exigen un cambio en el país diferente a los caciques tradicionales, con otros movimientos políticos y alternativas que surgen precisamente por el mal manejo que se le ha venido dando a Colombia durante décadas. Con una clase politiquera que han exprimido los erarios públicos del país y en cada región se percibe la falta de inversión en salud, educación, infraestructura entre otras necesidades básicas; y que esperanzados en una inclusión social y en vista de mejores oportunidades y alternativas el pueblo simplemente despertó de ese eterno letargo por parte de la clase politiquera que ha gobernado al país, en todos los tiempos.
Cosa contraria pasaba con Rodolfo Hernández, quien fue la sorpresa y a simple vista el gran ganador de la primera vuelta que, con su poco discurso y la ausencia en los debates, fue adoctrinando votos con su convencimiento y notoria frase «Combatir la Corrupción», que es lo que reprocha cualquier persona que habite en Colombia y que solo espera que se castigue a esos partidos tradicionales y movimientos habituales que décadas tras décadas han dirigido a su antojo los hilos del país. Esa fue la manera y la forma estratégica del viejito para persuadir a sus simpatizantes que sin asistir a los debates presidenciales logró un peldaño en la escalera que direcciona a la Casa de Nariño.
Ahora sí bien es cierto el de mayor opción, mejor preparado y que se esperaba que ganara en primera vuelta con el » Cambio en Primera», era Gustavo Petro, el hombre de la Colombia Humana, el creador del Pacto Histórico, a quien se le complica un poco sus aspiraciones de llegar a ocupar el próximo 7 de agosto las instalaciones del palacio presidencial, ya que sin duda debe de seguir convenciendo con su discurso y oralidad a los colombianos que se abstuvieron de votar, a los que votaron en blanco por no tener afinidad política o simplemente fortalecer la pedagogía para que no se sigan perdiendo los votos por falta de ilustración al momento de ejercer el derecho al sufragio.
Se le complica la llegada a la Casa de Nariño por obvias razones, aunque no es imposible para Gustavo Petro, lograr la presidencia, si debe trabajar más duro y arduo por la llegada de las pulgas al cuerpo del viejito que no ven otra alternativa y la única opción es habituarse a Rodolfo Hernández, para no quedar quemados como Fico, porque ya el uribismo se quedó regazado, le falló al pueblo con la inflación más grande en toda la historia de Colombia y se caracteriza por poner a Iván Duque, catalogado por el país como el peor presidente de Colombia que pronto saldrá de las toldas de la Casa de Nariño, y que dejó entre dicho su mandato, por presunta infracción al régimen de financiación electoral durante la campaña presidencial de 2018. Además, construyó un fenómeno en el país motivado por la profunda polarización por el desequilibrio social derivado de la inequidad y la pobreza extrema, así también los altos índices de inseguridad en las ciudades y la abulta violencia en las zonas rurales donde mandan y operan los grupos armados ilegales que se dedican al narcotráfico.
Ahora toca un nuevo reto, esperar las elecciones del próximo 19 de junio, dónde Gustavo Petro, llega con mayor opción por el número de votos alcanzado en primera vuelta, pero no puede desconocer, y así mismo empezar a entender que los que se identificaban con Fico, ahora por arte de magia se identifican con Rodolfico, es decir ahora con gran descaro, sin identidad y mucho menos ideología son Rodolfistas, de pura cepa. Ya que pasadas las horas y al ver que el barco que timoneaba Fico, se hundía en las profundas aguas del castigo y se quemaba en las llamas de la indiferencia, se están tratando de subir a la envejecida barca de Rodolfo Hernández. ¿Será que el viejito que con su corto discurso dónde solo suele hablar de «Combatir la Corrupción» dejará subir en su lancha de avanzada edad a los pocos que se ahogaron y se quemaron en las urnas?, y que ahora solo quieren seguir en el poder, ostentando y desangrando las arcas y el erario público de nuestro país, que es rico en flora, en fauna, pero también rico en corrupción por los politiqueros y por la ignorancia de los que repiten como el Loro.
Gustavo Petro promete un gobierno reformista y de ruptura con la economía petrolera, además le apuesta a la participación política de las mujeres. Tiene 61 años, es un político progresista que combatió al Estado por medio del movimiento M-19, una guerrilla de origen urbano, estuvo preso año y medio antes de firmar la paz en 1990. Economista de profesión, aficionado a los mapas y orador de plaza pública, brilló como senador y en el 2011 llegó a la alcaldía de Bogotá.
Mientras que, Rodolfo Hernández, de 77 años, es un empresario de la construcción y exalcalde de Bucaramanga que se presenta como un candidato independiente, pero que se pregona en los bordillos y el eco del pueblo dice que es el gallo tapado de Uribe.
Gran parte del pueblo colombiano busca un cambio inmediato y Petro quizás es el candidato que representa esa ideología e identidad de cambio generacional y de manera radical en un país donde gobernaron los de siempre. A la misma instancia llega Gustavo Petro, como hace cuatro años, cuando perdió la segunda vuelta ante Iván Duque, Si ganara el 19 de junio, Petro sería el primer presidente de izquierda progresista de Colombia.
Entre sus propuestas resalta la de redistribuir los fondos de pensiones y pagarles a tres millones de personas que no cuentan con uno, así como también aumentar los impuestos a los más ricos del país y aumentar los programas sociales a las familias más vulnerables para cerrar brechas de pobreza extrema. En sus primeras medidas como presidente decretará la emergencia económica para combatir el hambre en el país.
Mientras que, Rodolfo Hernández en sus propuestas destaca exclusivamente por su lucha contra la corrupción. En ese orden de ideas propone crear un instituto que devuelva el dinero que se logre recuperar de las investigaciones anticorrupción, así como asegura premiar a las alcaldías más eficientes y con menores índices de corrupción. También dice que no haría reforma tributaria y con relación al medio ambiente contempla tipificar en el código penal los delitos ambientales, lo que obligaría a las empresas mineras extranjeras a que apliquen en Colombia las normas ambientales que deben cumplir en sus países.
También propone rebajar gastos de políticos y una lucha frontal contra la corrupción, pese a que él mismo está involucrado en un caso de contratación ilegal durante su cargo como alcalde de Bucaramanga que está aún por dirimirse en los juzgados. Aunque no podemos desconocer que Hernández en campaña resaltó una frase donde afirmaba que era seguidor del político, militar y dictador Adolfo Hitler, lo que deja entre dicho su llegada a la presidencia de Colombia con nuevo régimen dictatorial.
Según el preconteo informativo de la Registraduría y con el 99,99% de las mesas informadas, Gustavo Petro sumó el 40,32% en las votaciones; Rodolfo Hernández obtuvo un 28,15% en las urnas y Federico «Fico» Gutiérrez, con tan solo un 23,91%, es la muerte política de Uribe, porque Colombia quiere vivir un verdadero cambio generacional.