Fotógrafos en el Parque Santander de Sincelejo sobre viven en medio de la tecnología
El Parque Santander de Sincelejo, se ha convertido en una improvisada oficina para don Marcos Guevara, quien llegó a este escenario en busca de mejores oportunidades laborales, cuando inició en el oficio de la fotografía, hace 42 años.
Desde entonces se ha sostenido en el oficio de retratar recuerdos imborrables para que no mueran los momentos más importantes de sus clientes.
«Cada fotógrafo se sostiene, bueno ya los antiguos ya están pensionados por los hijos, otros todavía están luchando, en el caso mío todavía sigo luchando, estamos bien, pese a que ya la fotografía a muerto un poco, ya no sale el trabajo que salía anteriormente aquí en Sincelejo, cada rato salían trabajo pero ya últimamente no sale nada ni cumpleaños, ni boda, ni bautismo, rara la vez que lo llaman a uno para cualquier cosa», expresa Marcos Guevara, fotógrafo.
Este veterano fotógrafo todos los días prepara su lente para enfocar un nuevo reto en su vida, pese a las adversidades que le ha tocado sortear por el avanzado mundo de la tecnología y la dificil situación económica que afronta el país.
«Yo digo que el sistema monetario ha acabado con todos los negocios como me estoy dando cuenta que también las pequeñas tiendas están decayendo, así también está decayendo uno, porque la tecnología a atropellado mucho a aquellas personas que vivian de las cosas análogas y ahora nosotros con lo poquito que se hace a veces los fines de semana y aveces no sale nada», manifiesta Marcos Guevara, fotógrafo.
Ya son pocos los fotógrafos de vieja data que quedan contando historias con sus imágenes, sin embargo don Marcos sigue luchando con su obturador para sacar la mejor fotografía de su vida.
«Todavía los compañeros activos algunos vienen. Desde que entró la pandemia todo se acabó porque ya no vienen al parque, raro el que viene al parque y a los otros ya los familiares no lo dejan salir, entonces son pocos los que nos reunimos aquí en el parque», dice Marcos.
La era de la tecnología con el abundante incremento de celulares de alta gama ha sido una de las causantes para que la sociedad ya no contrate a los profesionales de la fotografía, que siguen luchando con su lente para enfocar una mejor calidad vida con lo poco que ganan.
«Por ejemplo unos quince años el cliente le dice a cómo son las fotos?. A siete mil pesos, vamos a tomar 30 fotos, por cuanto me las dejas?. Vamos a dejarte las a 6 mil mínimo para aguantar caída y algunos como el costo ya ha subido mucho en las cosas. A veces va uno a un bautismo y el cliente te dice cuánto valen las fotos?. Siete mil, tómame tres, 7 por 3 21, déjame esa vaina en 20 mil pesos y con esos 20 mil pesos para toda la semana porque no hay más nada y los otros compañeros pelando con uno por el bautismo», asegura Marcos.
Para don Marcos el oficio de la fotografía le ha dado todo, a lo largo de los años ha construido un hogar con su compañera y a punta de flash a iluminado a su familia para que nunca les falte nada, sin embargo su mayor pasión es la fotografía porque sigue enamorado de su profesión.
» Yo no tengo queja de mi trabajo, porque me ha dado muchas cosas, por ejemplo un hogar, la familia,. Saque mis hijos adelante y gracias a Dios estoy bien, no tengo queja de mi trabajo, y estoy dentro de la sociedad y me enredo con la sociedad, es muy bonito mi trabajo, pero desafortunadamente todo se ha acabado y hasta allí quedó todo, pero estoy contento con mi trabajo, con mi fotografía y soy un enamorado de la fotografía», expresa Marcos Guevara, fotógrafo de profesión.
Mientras el Parque Santander de Sincelejo, sigue siendo su punto de recepción para atender a su distinguida clientela, este fotógrafo seguirá enfocando para darle vida a los momentos y así la fotografia nunca muera.