Cinco perros han sido envenenados en el barrio el Pinar en Sincelejo
Los ladridos de Max, no volverán a escucharse inrrumpiendo el silencio del aislamiento preventivo obligatorio, ocasionado por la pandemia del covid-19.
De acuerdo a testigos la mascota regreso a la terraza de su casa, después de ser envenenado por una persona inescrupulosa, en las horas de la mañana de este viernes 7 de agosto.
Ante el desespero y perdida de los signos vitales, el animal fue socorrido por sus dueños, quienes le asistieron con leche, huevos y carbón, para salvar la vida del animal que lentamente quedaba sin aliento, sin que lo pudiera examinar un veterinario.
Según los dueños de la mascota, el perro vomitó vidrios, piedras y carne molida, lo que opacó y silencio los ladridos de un ser sintiente.
«En que corazón podrido, cabe envenar a una mascota que solo sabe dar amor y compañia. Hoy un niño de 2 años llora a su perro, una familia que fue su primer hogar esta llena de rabia y de impotencia.» Asegura un habitante del sector.
Los moradores y dueños recuerdan a Max, como un perro, lindo y loco. En medio de la impotencia rechazan las acciones que le quitaron la vida a un ser sintiente.