Mujer de Ovejas con condición de discapacidad auditiva ganó en concurso Sucre sin límites
Pese a su condición de discapacidad auditiva, Vania Lorena Lambraño Gamarra, ganó en el concurso de talento y emprendimiento para personas con discapacidad, Sucre sin límites, en la categoría emprendimiento.
La mujer de 32 años, se presentó con el trabajo «Mis manos, la voz de mi silencio», donde demostró sus habilidades y capacidad para elaborar sus tejidos, de forma artesanal, lo que cautivó al jurado a otorgarle este importante triunfo.
Para Vania, su condición auditiva, no es impedimento, para lograr su sueño, alcanzar sus metas y cumplir sus objetivos, con la destreza de sus manos y su capacidad intelectual, que desde niña demostró en su natal Ovejas.
«Me gusta tejer, hacer amigos, saludar, tener en algún momento el tiempo para escribir, capacitarme con muchas personas, con muchos amigos, me gusta tejer, hago mochila de diferentes tamaños para mis clientes, me siento feliz porque todo ese talento que tengo en la mente lo pongo a disposición de la comunidad.»
Mary Luz Gamarra, madre de la mujer, asegura que después de conocer que su condición de discapacidad, en pocos minutos la rechazó, pero su instinto de madre, le permitió reflexionar para tejer esperanzas en medio de su condición.
«La cita me costó cuando eso con mil pesos, cuando me dijo la enfermera, tu hija es sorda muda, tu hija no te va a oír, en esos momentos salí corriendo y se la entregué a una señora y me quería tirar porque la viví, y en eso me paré, yo tengo que luchar por mi hija y aquí estoy luchando por ella, le doy gracias a Dios, todo lo que me ha dado por ella.»
Hoy después de varios años de lucha, la mujer con su condición de discapacidad auditiva, es el motor para el sustento de su familia.
«Cuando no tenemos para comer yo le digo ponte a tejer y yo le salgo a vender sus mochilas, ella me dice mamá, mamá, toma para la comida, yo le doy gracias a Dios por ese regalo que Dios me mandó y la acepto como Dios me la mando.» Dice la madre.»
Mientras la mujer de 32 años, sigue tejiendo sus mochilas, hamacas, vestidos y accesorios artesanales, sin escuchar y poder hablar, su condición no es limitante para que sus manos, sean la voz que teje los sueños en medio del silencio, en el corazón de los Montes de María.
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