Neuroeducación: una aliada a la hora de aprender
Ya que busca aplicar todo lo que se sabe acerca de cómo el cerebro aprende y qué cosas estimulan el desarrollo cerebral en el ámbito escolar. Además, favorece la salud, hace que el cerebro pueda actuar de una manera eficaz y contribuye a una mejor proyección de vida de los niños y jóvenes.
Con la llegada de la pandemia, muchos colegios y familias tuvieron que buscar nuevas formas de motivar la conexión de los estudiantes y transformar la manera de educar. Es entonces, cuando disciplinas como la neuroeducación cobran un papel importante no solo en la Escuela sino también en casa.
“Sabemos que la educación no está desligada de la capacidad de asombrarnos por algo nuevo, de tener curiosidad por temáticas de nuestro interés y por cómo compartirlas de manera adecuada, por medio del trabajo colaborativo; por tanto, la neuroeducación, al converger en estos aspectos, se convierte en una alternativa viable para que nuestros estudiantes sean felices y a su vez aprendan con propósito y de manera significativa”, asegura John Mauro Piñeros, director del Colegio Wesleyano del Norte.
Cabe anotar que la neuroeducación ofrece, entre otros, beneficios como: potenciar el aprendizaje, gestionar las emociones con el fin de responder de manera acertada y no impulsivamente; ayudar a identificar causas neurológicas que se relacionan con las dificultades de aprendizaje y permitir mejoras en los procesos de enseñanza; además de prevenir oportunamente los fracasos escolares.
Así mismo las emociones, como parte fundamental de la neuroeducación, son esenciales para el aprendizaje y más aún cuando éstas son positivas. La mezcla de diversión, retos, movimiento, risa e interacción con otros estimula todas las áreas que se involucran al momento de aprender. Por ello han surgido muchas preguntas e inquietudes de cómo motivar el aprendizaje y organizar el tiempo que se esfuma entre las labores que se deben seguir, para cumplir en el trabajo y atender la demanda que hacen los hijos por entretenimiento, aprendizaje, desarrollo y crecimiento. Es por esto que el Colegio Wesleyano del Norte comparte los siguientes tips para los padres con hijos en etapa escolar.
Antes de empezar es importante que definas y sigas horarios. Organiza con tu pareja y los adultos que hay en casa, el tiempo que deben manejar ahora. Establece una rutina haciendo énfasis en el trabajo escolar.
Con niños de 1 a 6 años:
Una vez tengas clara tu agenda, tus compromisos y cómo puede ser funcional para tu familia, habla con tu hijo y explícale la nueva dinámica de estar en casa, mientras trabajan y estudian. Explícale que debes cumplir con tus deberes laborales y cuéntale qué horarios tienes disponibles para compartir con él. Seguramente esperará con mucha emoción ese momento en que tendrá toda tu atención.
Separa un espacio en casa que puedan ensuciar. Usa papel reciclado para cubrir el piso o la mesa.
Organiza unas actividades para él. Abastécete de material para desarrollar su creatividad (pintura, plastilina, cartulina, arena kinésica, entre otros). Divide estas actividades entre las que él puede hacer solo y las que debe hacer contigo.
Esto fortalecerá su autonomía y le permitirá realizar algunas actividades solo.
Juega con él a expresarse por medio del arte, a desarrollar su imaginación y a descubrir nuevas formas de aprender las cosas cotidianas.
Con niños de 7 a 10 años:
Comparte juegos y actividades de acuerdo con los gustos, destrezas y necesidades de tu hijo. ¡La emoción positiva que esto genera en él no tiene precio y descubrirás cómo aprende y cuánto disfruta tu compañía!
Al finalizar tu tiempo de Home Office, pregúntale por sus actividades, toma nota de qué le gusta más y qué lo entretiene por más tiempo para que le organices más actividades de ese estilo.
Puedes involucrar las responsabilidades de la casa, de acuerdo con su edad y capacidades. Observa qué funciones le puedes delegar o en qué te puede ayudar. ¡Será un compartir diferente pero igual de valioso!
Con niños de 12 a 15 años:
Ofrece apoyo y orientación a tu hijo. Ofrécele un espacio de diversión o actividad favorita contigo luego de concluir su trabajo escolar.
Ayúdale a desarrollar funciones ejecutivas que le permitan organizar sus compromisos escolares. Primero modela, luego acompaña y finalmente pídele que haga solo sus tareas.
Comparte una de sus aficiones. Sentir que te pones a su nivel, le hará sentir que puede confiar en ti como persona.
Acompáñalo a vencer sus temores, expresarse sin temor y a creer que es bueno en lo que hace.
Con adolescentes de 16 y 17 años:
Ayuda a tu hijo a organizar lo que necesita para sus clases virtuales: tecnología y espacios.
Dialoga con tu hijo sobre su nivel de compromiso con su propio aprendizaje. Ayúdale a encontrar mecanismos para recordar sus pendientes y dividir las tareas más grandes en partes pequeñas. Enséñale a anticiparse en el cumplimiento de tareas. Esto hará de él un hombre exitoso en la universidad y su futuro trabajo.
Ofrece apoyo, y anímale siempre a conseguir los resultados. Fortalece su autoestima destacando sus logros. Enséñale a ser crítico de su propio trabajo y a superarse en cada nueva etapa de su vida escolar.
¡Y finalmente, relájate! Por favor no pienses en si estás haciendo bien o mal. ¡No te compares con otras familias, solo disfruta! Acompañar las emociones que vive tu hijo en esta nueva realidad será valioso para él y enriquecerá tu quehacer como padre. La exploración constante de actividades en equipo les permitirá encontrar lo que les funciona y lo que hace feliz a tus hijos.